«San Agustín dijo que “si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama”. Siempre amé la idea de ser pintor. De pequeño me golpeé la cabeza con un compañero en el patio del colegio, y acabé en el hospital. Mi familia me cuenta, medio en broma medio en serio, que fue entonces cuando empecé a dibujar. Dibujar me llevó a pintar. Mis cuadros, tras hacerme viajar por el mundo, me condujeron finalmente a ser vuestro profesor aquí, en Zaragoza. Desde aquel patio de mi infancia, regreso a éste para hablaros sobre lo que amo, el arte. Y para celebrar cómo el arte dirige mis pasos, nuestros pasos, en el Romareda hoy.
Y es que, para mí, EL ARTE ES COMO EL AMOR, porque:
Posee una mirada asombrada,
Se apasiona por lo insignificante
Cuida el detalle
Escucha el silencio de las cosas,
Se sobrecoge ante el misterio
Abraza lo vulnerable
Aprende a salir fuera de sí
Valora la diferencia y
Embellece el mundo
Descubre la verdad
La comprende y la admira.
Como os adelantaba, creo que el arte guía nuestros pasos en el Romareda. Porque cada día, a través de vuestra mirada, volvemos a sentir:
El asombro ante la realidad
Los detalles
La frescura y la naturalidad para contemplar y juzgar el mundo,
La paciencia, la impaciencia
Y la pregunta
El reflejo de lo que fuimos, somos y seremos.
Los matices de la sociedad
Y el amor por la luz de lo diverso.
La fragilidad de las personas
Y la necesidad de cuidarlas.
En definitiva, pintáis nuestro mundo
con vuestros colores, vivos y complementarios,
y eso nos adorna
con una energía ruidosa y alegre.
A mí me hacéis mejor artista,
mejor profesor
y mejor padre.
Sin duda, nos hacéis mejores.
¡CELEBREMOS, POR ELLO,
TODO NUESTRO AMOR Y NUESTRO ARTE!
¡Y QUE VIVAN LAS FIESTAS DEL COLEGIO ROMAREDA!»
Javier Joven, Zaragoza, 3-05-2018
