Eliane Puig entrevista a Javier Joven

El punto de vista de un artista

DSC_2807-2Javier Joven Araus, profesor del colegio Romareda y artista

Newmaredas / E.P.C – 17/05/2016, 3ºESO

«Últimamente está de moda el dibujo digital. Algunos diseñadores gráficos lo practican con ratón, otros con tableta gráfica y lápiz digital, pero cada uno con su estilo. Los beneficios que trae pueden ser más tipos de texturas, colores, etc…

Javier no es sólo un pintor tradicional, también se adapta a estos tiempos, y lo ha probado. En su caso, usa un tablet con un lápiz digital, mientras maneja el Photoshop. A pesar de tener estos materiales, decide imitar las técnicas gráficas tradicionales, como si no estuviera utilizando esta tecnología, pretendiendo que no parezca hecho a ordenador sino a lápiz.

Según su opinión, »la herramienta que uses es sólo un vehículo para hacer lo que quieres al final».

JAVIER JOVEN, “Preludio (catástrofe)”, lápiz digital sobre tableta Bamboo, 49×39 cm.
JAVIER JOVEN, “Preludio (catástrofe)”, lápiz digital sobre tableta Bamboo, 49×39 cm.

Todos hemos visto graffitis por Zaragoza. ¿Quedan bien? ¿quedan mal? Él opina que hay dos tipos: los que son bandalismos y los que no.

Respecto a los que no son legales los defiende diciendo que »tienen su sentido, o lo tenían cuando surgió el graffiti en los años 80, que era un poco por reivindicar la autoría o la libertad del ciudadano con respecto al sistema». Cuando reclaman algo están bien, «mientras no atenten contra monumentos artísticos o de valor patrimonial», pues no está bien ponerlos en cualquier lugar que a uno se le ocurra.

Sin embargo, hay certámenes como »Asalto», que tienen un permiso especial del Ayuntamiento, que además promueven graffitis muy bien hechos, además de que suelen participar artistas de talla internacional.

noveno asalto ino
Graffiti de «Asalto» ubicado en San José

Como ejemplo nos pone los del barrio »San José», donde »Asalto» intervino la última edición. Para concluir, añade que si el graffitero es bueno puede embellecer la ciudad, pero que hay más gente gamberra que auténticos artistas del graffiti.

Prosiguiendo, comentamos los periodos de arte, como el Barroco, Renacimiento, etc… Parece ser que el preferido de Javier es el actual, pero, ¿por qué?

En el Renacimiento o en la Edad Media predominaban los temas religiosos, en otras etapas de la historia el realismo u otros estilos, pero siempre era un tipo de arte el que debía hacerse. La razón por la que el periodo actual (que consideramos «arte contemporáneo») es el mejor es porque «es muy ecléctico», aceptando cualquier manifestación artística. Según él, «hoy en día te puedes permitir hacer un cuadro a la manera del Renacimiento, y ser moderno. Lo que prima actualmente es lo conceptual» (el concepto de la obra), y dentro de lo conceptual entra todo.

Para seguir, añade la frase de Bernardo de Chartres, filósofo neoplatónico: »somos como enanos a los hombros de gigantes. Podemos ver más, y más lejos que ellos, no por la agudeza de nuestra vista ni por la altura de nuestro cuerpo, sino porque somos levantados por su gran altura», explicándonos que los que nos han precedido son los gigantes, por lo tanto, si te subes a ellos puedes ver más allá. Todo lo que nos ha precedido en realidad nos ayuda a construir cosas mejores.

También es cierto que «algunas personas son un poco nostálgicas, añorando la pericia técnica del arte de los períodos precedentes. Esa nostalgia les lleva a infravalorar el arte actual».

Él, por ejemplo, es algo nostálgico de la época barroca, donde la pintura «tocó techo», o de pintores como Vermeer: «hay cosas que hoy no puedes hacer como ellos. Sin embargo, actualmente te puedes permitir hacer un cuadro hiperrealista o fotorrealista de Vermeer, como han hecho Malcolm Morley o Tim Jenison, o imitar la técnica de Velázquez…»

"Homenaje a Bañado Sur", óleo/lienzo, tríptico, 200x500 cm (conjunto). Obra de Javier Joven
«Homenaje a Bañado Sur», óleo/lienzo, tríptico, 200×500 cm (conjunto). Obra de Javier Joven

Pero claro, hablamos de períodos de arte, sin plantearnos cuándo algo es considerado «arte». Normalmente «sucede cuando ciertos agentes legitiman que eso es arte. La institución te puede legitimar como artista aunque hagas cualquier cosa», como por ejemplo Piero Manzoni, que hizo una obra muy bestia: unas latas que él llamó »Mierda de artista».

Obra de Piero Manzoni
Obra de Piero Manzoni

O sea, literalmente puso una etiqueta con eso escrito y las vendió tal cual, al precio de lo que costaba el peso en oro en aquella época, en los años 60. Claro, uno puede decir que eso no es arte, porque obviamente es una guarrada (aunque luego se supo que el contenido no era lo que decía ser, sino yeso). «A veces el arte lo que hace es engañar al espectador. ¿Realmente lo que hizo este señor lo es? muchos dirían que no y sin embargo se expuso en la Galleria Pescetto, está presente en los libros de Historia del Arte, el Mercado vendió la obra, los críticos de la época aceptaron el juego de su polémica… Estos agentes son los que han legitimado la obra, nos guste o no». 

Hay una teoría de George Dickie: la »Teoría Institucional», que dice es el mundo del arte el que permite que algo sea o no considerado arte.

Marcel Duchamp
Marcel Duchamp

Sin embargo, «ya antes Marcel Duchamp demostró, con su acciones y sus obras, que todo aquello que el artista decía que era arte lo era. De hecho, arrancó un urinario y lo expuso en el Museo de Nueva York». Claro, uno se piensa que se rió del mundo del arte, y en cierto modo lo hizo, sí, pues» fue una respuesta un poco cínica, pero el mundo del arte acabó legitimándole». O sea, a raíz de Duchamp, el artista del ready made del siglo XX, se «abrió la veda» para que cualquier persona que dijera »esto es arte» lo transformase en eso. «Hoy en día no basta con esta simple operación, ya que te tiene que respaldar la crítica, el museo, la galería o el mercado…»

Obra de Sara Goldschmied y Eleonora Chiari

Quizá uno no está de acuerdo, hay muchas anécdotas. Por ejemplo,» hace poco una empleada de la limpieza limpió por error una obra de arte creada por un dúo de artistas (Sara Goldschmied y Eleonora Chiari) en el Museo Bolzano de Milán. Ella estaba haciendo su trabajo en una sala de exposiciones, y resulta que barrió lo que eran los restos de una fiesta. Pues era la obra. ¿Cómo iba a saber ella eso? Claro, quizá no leyó la cartela, pero esto nos demuestra que hoy en día prácticamente cualquier cosa puede ser arte, llevando a este tipo de equívocos».

Javier recomienda que, para evitar prejuicios y pensar «¿porqué está expuesto, si no parece arte?», se profundice antes en el artista y en el sentido de la obra. «También es verdad que los medios de comunicación juegan muy en contra, descontextualizando la operación de legitimación» (diciendo que una tontería se ha vendido muy cara, tachándolo de vergüenza, etc…). «Hay que mirar primero qué se ha querido decir con la obra y si realmente es una tomadura de pelo. Normalmente no lo es».

Por último, todos sabemos que hay tres ramas en bachiller, que son Ciencias, Letras y Artes. ¿Cuántas escueltas de artes hay en Zaragoza? -dos o tres como mucho…- Parece que por alguna razón no se le da tanta importancia como a estas otras materias, y se le ha preguntado a Javier qué opinaba sobre la consideración que tiene la gente del arte.

Con un poco de humor explica que es un error fatal, porque según él, »es la última reserva del alma que nos queda a esta civilización. Te diría que la espiritualidad también, pero tristemente la gente se ha apartado mucho de ésta igualmente».

El arte tiene que ver con la espiritualidad, pero la gente se olvida de esto, porque la conexión no es evidente. Como ejemplo nos muestra otra vez la obra de Piero Manzoni: «¿y si está haciendo una operación ética de denunciar algo? porque quizá está diciendo que a partir de Duchamp esto se nos está yendo de las manos, que estamos vendiendo cosas sin valor a precio de oro…» ¿lo hizo de una manera un poco exagerada? pues sí. »¿De una manera demasiado literal? ¿quizá poco delicada o sutil? » añade. «Por otro lado, su mensaje ético es también cuestionable: ¿no se estaba aprovechando de su crítica al venderlas a ese precio realmente?. Al final, lo que importa en la puesta en marcha del lenguaje paradógico del arte es que nos hace pensar, esa es la cuestión». Esto a mucha gente le molesta: tener que pensar o enfrentarse a cosas que cuestionan sus maneras de ver y entender la vida.

El arte, hoy en día, se dedica a cuestionar muchas cosas. »Tenemos un artista muy bueno que se llama Ai Weiwei, es chino, y si ves sus obras, es una pasada», comenta, pues resulta que este señor «intena cuestionarse constantemente al realidad en la que vive. A él, por desgracia, le ha tocado una muy represiva». Llegó un momento en el que e gobierno lo detuvo durante más de 80 días y no sabía nada de él ni su familia. La gente se pensaba que lo habían matado. Una de las obras que realizó Weiwei, consistió, por ejemplo, en organizar un equipo de voluntarios tras un terremoto que hubo en Sichuan, para investigar el número de estudiantes fallecidos por las pésimas condiciones arquitectónicas de los edificios que los albergaban.

El artista Ai Wei Wei en el museo Haus der Kunst en Munich
El artista Ai Weiwei en el museo Haus der Kunst en Munich

Tras hacer una lista de nombres, utilizó nueve mil mochilas de colores en una instalación que abarca la fachada del museo Haus der Kunst en Munich y leía el epitafio de una madre que había perdido a su hija en el terremoto: «Ella vivió feliz en este mundo durante siete años». Por supuesto, al gobierno chino le molesta que alguien haga su labor, y que encima meta el dedo en la llaga, por lo tanto este artista ha sido tratado a menudo como una especie de delincuente antisistema. A pesar de ello, hace que reflexionemos sobre la realidad de su país de otra manera.

Como se puede apreciar, «hay artistas que son valientes y se cuestionan el mundo a pesar de que ello les acarree ciertos problemas»: a Weiwei le demolieron un estudio, con la excusa de que era ilegal. Como protesta celebró una fiesta donde invitó a comer cangrejos a cientos de personas («cangrejo de río» se pronuncia en chino de forma similar a «armonioso», el tipo de sociedad que defiende el Partido Comunista).

»Me he enrrollado porque me has dicho que la gente considera poco al arte», dice Javier entre risas, pues según él, «es la última reserva de humanidad que nos queda», y «es importante plantearse la vida desde un punto de vista estético». Algunas sociedades se olvidan de esto. Él piensa que son peores que las que lo tienen en cuenta, pues si sólo nos dedicamos a lo pragmático, al final nos convertimos en sujetos grises sin alma.

Como frase para concluir añade: »alguien dijo que un pueblo sin cultura es un pueblo sin alma. Pues yo digo que un pueblo sin arte es un pueblo sin alma, y estamos un poco desalmados».

¿Cuál es la conclusión de todo esto? Pues básicamente que no nos damos cuenta, pero el arte nos influye más de lo que pensamos. Sin él sería todo muy sombrío y monótono. Parecerá fácil desde el punto de vista de algunos, o »para tontos» como dicen otros, pero tiene mucha más importancia de la que los ignorantes (que no son pocos) se creen que tiene.

Eliane Puig

*Trabajo para el Departamento de Lengua y Literatura, 3º ESO